A pesar de progresos evidentes en la materia, la inserción de la mujer en la actividad empresarial no es algo tan usual como para pasar inadvertido. La presencia femenina en la conducción de una empresa, tomando decisiones tradicionalmente reservadas al ámbito masculino, constituye aún una noticia; despierta la curiosidad por conocer cómo se desenvuelve en ese mundo complejo, cambiante y a veces acosado por rudas competencias. 

Quien opina en esta nota, es Rosa Vitale, propietaria y directora de una empresa entregadora de cereales con sede en Ingeniero White. Ingresó a la actividad por obligación, al fallecer su esposo. Hoy encuentra en su diario trabajo, además de la fuente de ingresos, el placer de desarrollar una labor antes ignorada. El cotidiano desafío de su empresa es para ella un estímulo. Según afirma, fue bien recibida por sus pares masculinos.

Pero mejor veamos sus respuestas:

¿Se armoniza la familia y el trabajo?
Si. Siempre y cuando uno se lo proponga. Tengo dos hijos (varón de 17 y mujer de 18). El varón trabaja conmigo y la hija en una oficina en Bahía Blanca. Nos reunimos durante el almuerzo y la cena. Claro, ellos ahora tienen su vida propia. Pero estimo que lo principal es que uno desee mantener su hogar unido y eso a despecho del tiempo en que estamos separados. Lo fundamental es que todos queremos encontrarnos al fin de la jornada.

¿Significa que es partidaria de que la mujer trabaje?
Yo trabajé cuando aún mis chicos eran pequeños, pero siempre con la idea de dejar de hacerlo, cuando tuviera lo necesario y básico, por ejemplo, la casa propia. Yo considero que es mejor que la mujer esté en su casa . Al menos ese fue siempre mi sueño y a lo mejor por eso se me puede acusar de anticuada. Yo comencé en la empresa al fallecer mi esposo, tuve el temor de lo desconocido al principio. Me propuse hacer mi labor lo mejor posible y al cabo del tiempo me encuentro apasionada por lo que hago. El trabajo es muy lindo, pero si la mujer puede darse el lujo de no trabajar (al menos yo lo creo un lujo) debe hacerlo.

Ventajas y desventajas de una mujer empresaria.
En mi actividad, vista de lejos, ser mujer pareciera ser una desventaja, pero no es así. Se piensa que esta es una tarea propia de hombres y tampoco es cierto, pues lo que aquí vale es el trato con la gente. Hay en el país solo dos entregadoras de cereales (empresarias, se entiende) y la restante está en San Nicolás, en la provincia de Buenos Aires.

¿Halló subestimación del sector masculino?
En absoluto, no. Siempre que puedo responder sobre esto -y me lo preguntan seguido, mis amigos, por ejemplo- aclaro que es un trabajo como todos, donde también existe la competencia, yo encontré siempre la mejor buena voluntad. Todos trataron de ayudarme y me apoyaron todo lo necesario. En esta tarea puedo decir que a una le dan una mano todas las veces que lo requiera. Claro, usted no puede pretender que lo estén ayudando toda la vida. Pero el apoyo, en momentos difíciles, fue real. No encontré egoísmos ni intereses personales que se antepusieran. Hay gente que lleva en mi especialidad 40 años de trabajo y algo deben saber. Ellos están siempre dispuestos a ayudar.

¿Cuál es en síntesis su trabajo?
Nosotros recibimos el cereal de acopiadores de la campaña. Puede ser una firma que acopia para varios chacareros que no tienen instalaciones para hacerlo por su cuenta o bien su inscripción concretada, o sino el mismo productor. Nosotros representamos a ese productor en el puerto. Controlamos el peso y la calidad del cereal. Tenemos que defender el interés de quien nos remite su producción. Entregamos el cereal al exportador (en estos momentos está abierta la exportación) o bien a la Junta Nacional de Granos.
Trabajamos de 7 a 13, hacemos una pausa para almorzar y reanudamos a las 15, para cesar las tareas aproximadamente a las 21.

¿Qué opina sobre la situación socioeconómica que vive el país?
Somos conscientes de los difíciles momentos que se viven. Nos preocupan y comprendemos las consecuencias que se advierten de la actual situación. Pero, justo es decirlo, en nuestro rubro se trabaja permanentemente y bien. Estamos viviendo una situación de privilegio en ese sentido. Nuestro trabajo es prestación de servicios y tenemos una tarifa. Aquí no tenemos el problema de la reducción en las ventas que afecta al comercio y la industria. Claro, reitero, a veces nos angustia la situación general del país porque, en definitiva, trabajamos en él y estamos inmersos dentro del “clima” que genera la crisis.

Por sus respuestas, uno puede formarse una opinión acerca de cómo ha manejado su actividad empresarial. Directa y sincera. No esconde o disfraza opiniones con el mezquino objetivo de fabricarse una imagen. Dice lo que piensa, al punto de confesar de que le va muy bien en sus negocios… Y esto es una verdadera “perla” en el actual panorama empresarial. Así opinó Rosa Vitale. Una de las pocas, aunque importantes empresarias con las que cuenta Bahía Blanca.